viernes, 13 de noviembre de 2009

El viaje de tu vida: fijación de objetivos.


A nadie se le escapa, que en todo viaje…hay que saber dónde se está y a dónde queremos llegar.
Entiendo que aprecian la importancia de algo tan sumamente “sencillo” de entender y tan complicado en la realidad.
Aún así, parece que hay mucha gente que no sabe ni donde está, ni donde quiere llegar en la vida.

Muchos tenemos sueños, objetivos, metas en la vida. (Otros aún no se han parado a pensarlo: o desconocen su utilidad, o no saben o tienen miedo al fracaso) La fijación de esas metas muchas veces es por casualidad, avatares de la vida, objetivos impuestos, copiados de padres, amigos, terceras personas …Los objetivos deben ser personales y meditados.

El mero hecho de perseguir sus sueños le hace la vida más interesante, cobra utilidad, finalidad, sentido.
El motivo por el que nos vamos a marcar metas y objetivos es para dirigir nuestra vida y seguir la dirección en la que nos gustaría ir. Queda claro pues, que si fijo unos objetivos, los persigo y los consigo, soy el director de mi destino, el director de mi propia vida.
Anotar la dirección que te gustaría tomar en la vida le da mayor claridad mental. Tener objetivos claros, hace que todos sus sentidos y sus actos vayan encaminados irremediablemente hacia esos objetivos.

La idea aquí, es ser sinceros, mirar a nuestro interior y plasmar cuales son nuestras inquietudes, nuestros sueños, nuestros deseos en la vida. Cuando uno se para seriamente a ver que quiere en la vida, qué cosas le hacen sentirse bien, en qué encuentra la felicidad, se da cuenta que no es tarea sencilla, pero definirlo es bastante gratificante.

Deje volar su imaginación, olvídese de trabas familiares, sociales, laborales. Plasme en un papel qué quiere. Tanto en su vida personal, como en su vida laboral o empresarial. No se pregunte como conseguir ese sueño, le condicionará escribirlo. Plasme todo lo que se le ocurra, ya veremos más adelante como va a conseguir ese objetivo.

Algunas reglas básicas para fijar objetivos:
.- Para fijar sus metas principales, es mejor acudir al interior, acudir a los valores personales, sus convicciones y sus expectativas.
.- Claridad. Concreción máxima. Defina lo más ampliamente posible qué quiere.
.- Mensurable, cuantificable.
.- Limitado en el tiempo.
.- Implican ambición. Algo que a bote pronto, no es nada sencillo de conseguir.

Como ejemplo….tener como objetivo “ser rico”, es muy vago, inconcreto. Si ese es nuestro objetivo, deberíamos decir: “quiero tener 1 millón de euros en efectivo en el banco a 31 de diciembre de 2020”. De este modo, el objetivo es totalmente claro, cuantificable y fijado en el tiempo, por tanto podremos llevar un seguimiento, un plan de acción y sobre todo, sabremos cuando lo hemos logrado.

Cada persona es un mundo, así que cada cual tendrá sus objetivos en la vida …y lo mejor de todo, esos objetivos van cambiando con la edad, con la experiencia, con el pasar de la vida. Así que este proceso de pensar, definir y analizar los objetivos debe ser ya constante, para ir corrigiendo el rumbo que se quiere tomar.

Observando en el interior de uno, aparecerán los objetivos principales que uno quiere conseguir en la vida, y le aseguro, que dista mucho de los objetivos que a primera vista se nos ocurren: dinero, una casa más grande, algún viaje exótico, un deportivo… si se piensa un poquito en profundidad, los objetivos son mucho más profundos, más cercanos a la verdadera felicidad y a las cosas importantes de la vida.

A parte de fijar algún objetivo principal, podemos y debemos fijar sub-objetivos. Son paradas intermedias, que nos llenan de satisfacción, que aportan motivación al ir consiguiéndolos.
Siempre deben ir en la línea del objetivo principal, para que no nos retire mucho del camino marcado.

Como ejemplo: si el objetivo de alguien es “ser el director general de una gran compañía farmacéutica en 2020”, como objetivos intermedios, deberá necesariamente incluir sub-objetivos como: “acabar la licenciatura de Ciencias Económicas”, “acabar un master en marketing farmacéutico en una buena escuela de negocios”, “ser bilingüe en inglés”, “conseguir un trabajo en la empresa farmacéutica X”, etc.
Van todos encaminados a conseguir el objetivo principal. Ir esforzándose en lograr estos sub-objetivos, hace el camino más llevadero, más motivado y sintiéndose realizado y en el camino correcto.

El mero hecho de fijarnos objetivos consigue dos hechos beneficiosos, encaminados a su consecución:
.- Pensar y analizar qué queremos se convierte en un proceso metódico y recurrente, que ya no podremos dejar de hacer a lo largo de nuestra vida. Sobre todo si nos esforzamos y obtenemos los resultados esperados.
.- Hace que pongamos todos los sentidos, de forma inconsciente, a la tarea de perseguir esos objetivos.

Como ejemplo simplista: cuando de repente nos gusta un coche que nos gustaría comprar, empezamos de forma “casual” a verlo por todas partes. En anuncios de televisión, en prensa, por la calle lo vemos pasar… no es que sea casualidad, siempre estuvieron ahí, pero ahora mi mente, tiene por objetivo ese coche, y por tanto todos los sentidos hacen que nos fijemos en ese coche. Antes ni nos fijábamos, aunque estuviese ahí.
Todos los sentidos están centrados en la consecución de sus objetivos.

Si no sabe por donde empezar, acuda a los dichos populares, que dicen que “la felicidad es salud, dinero y amor”. Cómo ejercicio práctico recomiendo hacer un listado de objetivos:
.- Un objetivo principal en cada una de esas áreas.
.- Un par de sub-objetivos para cada objetivo principal.

Más adelante definiremos planes de acción para conseguir esos objetivos.

Feliz viaje!

domingo, 1 de noviembre de 2009

01. Reflexiones

Hace tiempo leí una historia...y como muchas de las historias...tiene un aprendizaje.

Espero os guste y saqueis alguna enseñanza.



Un grupo de estudiantes estudiaba las Siete Maravillas del Mundo.
El profesor les solicitó una lista personal de las que ellos consideraban las Siete Maravillas del Mundo.
A pesar de algunos desacuerdos, la mayoría votó por lo siguiente:

.-Las Pirámides de Egipto.
.-El Taj Mahal.
.-El Coliseo de Roma.
.-Chichén Itzá.
.-Machu Pichu.
.-La Basílica de San Pedro.
.-La Muralla China.

Mientras se hacía la votación el maestro notó, que una estudiante permanecía callada y no había entregado aún su lista. Así que le preguntó si tenía problema para terminar de hacer su elección.
La muchacha tímidamente respondió. "Si. Me cuesta decidirme entre tantas maravillas"


El maestro dijo: "Bueno, dinos lo que has escrito y tal vez podamos ayudarte".
La muchacha titubeo, y después leyó su lista.



"Creo que las Siete Maravillas del Mundo son:

.-Poder tocar.
.-Poder saborear.
.-Poder ver.
.-Poder escuchar.
.-Poder sentir.
.-Poder reír.
.-Y... Poder amar.


Al terminar, toda la clase quedó en un silencio.


Es muy sencillo para todos poder ver como "maravillas" las cosas materiales, las cosas asombrosas..., y normalmente pasan desapercibidas las maravillas que son sencillamente "comunes" y que al fin y al cabo son las que nos dan la felicidad.


Centramos nuestras vidas en cosas materiales...descuidando las cosas sencillas, los gestos cotidianos...que nos dan el bienestar y la felicidad.

¡Espero que hoy te acuerdes de aquellas cosas que son realmente Maravillosas!